sábado, 18 de mayo de 2013

El asesino del alfabeto parte III


Eliminar todo detalle y rastro era la mejor opción. Era su nuevo comienzo, todo desde cero. Nombre nuevo, identidad nueva y no podía faltar un nuevo aspecto. Eso último era lo esencialmente vital. Borrar del mapa toda sospecha y vinculación. Sera más que divertido…. Como siempre para mi, la justicia no ganará, me saldré con la mía una vez más…SIEMPRE lo hago. Mi plan estaba milímetro  ningún inconveniente podía darse.
Bajé las escaleras, cojí al pequeño para salir de la casa e ir a cualquier centro estilístico de la zona. Daba igual, el más cercano estaría bien solo necesitábamos un cambio de look no es algo tan complicado. “Stylo” era un nombre un poco barrio bajero pero servirá  solo sería un cambio momentáneo no podemos permitirnos nada más. Solo cambios de estilo fugaces y dinámicos. Fácilmente intercambiables para evadir sospechas. Entramos finalmente en el establecimiento con paso desganado, sin mucho entusiasmo.
- Buenos días señorita me preguntaba si le es posible atendernos a mi hijo y a mi ( ¿había dicho hijo ¿ si, eso parece )
- No, no podemos atenderles en estos momentos estamos llenos le podríamos dar fecha para mañana.
Increíble… Yo, un asesino en serie pidiendo hora, es simplemente deprimente. Abrí la puerta y nos fuimos en busca de otro sitio donde realizar nuestro cambio. Tras tres salones de belleza y erróneos intentos decidí realizarlo en mi propia casa solo hacía falta tinte blanco y tijeras apropiadas. Lo dicho a oficiar de peluquero, sera curioso o al menos peculiar. Manos a la obra pequeño, llego la hora del cambio radical ¿ Preparado? ( inútil pregunta lo haría de todos modos).
Me puse unos guantes para evitar que el tinte manchara mis manos y comencé a cubrir su cabeza con el tinte blanco. Mientras esperaba pensé mi corte y posterior color. Rubio, quizá rojo… no, no cosas discretas quiero pasar desapercibido no dar el cante.
Me decanté por el color gris, se que es un color poco común pero desviará mi verdadera edad y tendré mayor credibilidad entre los adultos, corte no muy corto preferentemente descuidado y natural. En otras palabras corte moderno. Solo media hora de tinte blanco en la cabeza de mi “hijo” después debía retirarlo y ver el resultado para empezar con lo mio. Perfecto, totalmente perfecto. Ni más ni menos únicamente lo esperado. Completamente blanco ni un hueco.
Cada pedacito  de mi elaborado plan estaba saliendo a las mil maravillas, mis fechorías darán su fruto.

Psdt: cada noche, cada sueño
Todo con empeño.
Regará el nuevo día,
De risas y alegría.
De cada experiencia aprendemos, de cada paso en falso nos levantamos somos los que siempre están pero nunca veis.

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