Esperaré todo lo que haga falta, hasta que no te
sientas preparado no agarres mi mano - le dije.- Nadie te forzará a hacer lo
que no desees-.
De repente una enorme tentación recorrió mi mente. Fue
entonces cuando al fin agarró mi mano, aun que fue con poca fuerza. ¿ habrá notado quizá lo que pretendo? ¿ intuirá acaso que pretendo convertirle en mi
sucesor? Pero que otra cosa iba a hacer, el sería el que mantendrá mi mente en
la tierra cuando yo me haya ido, el que sobrevivirá a mi muerte. El heredero
del gran imperio que es la mente asesina.
- Recoge tus cosas, nos vamos.- Le dije con tono
firme.
Pude ver en sus ojos el miedo a ser descubierto, el
miedo al fin.
Le subí a mi espalda y cojí su equipaje, pude oir una
vocecita que en oido susurraba “¿ A donde vamos?”.- Vamos donde los
sueños se hacen realidad, donde la soledad es un mito y la tristreza y
frustración son una pesadilla lejana en el tiempo, no volveras a temer nunca
más .-
Lo acurruqué entre mis hombros. Noté como poco a poco
se iba serenando hasta que al fin se quedo dormido.
- Dile adios a este lugar, no volveremos jamas. ( naturalmente el no me oia
estaba profundamente dormido)
Abrí un frasquito de gasolina y rocié la estancia con
el, prendí una cerilla y en cuestión de minutos la casa fue pasto de las
llamas.
No hice esto por entretenimiento o gusto si no para
eliminar todas las pruebas que pudieran vincular a este niño con la casa y las
pistas que se pudieran encontrar en ella.
Permaneci unos minutos admirando la gloriosa escena
repleta de lenguas de fuego y pequeñas explosiones que hacian saltar casquillos
y partes de la casa, para finalmente abandonar el lugar e ir hacia donde
pensaba ir desde que empece mi caminata. De vuelta a casa.
Levanté la maceta e introduje una de mis uñas por la
trampilla que daba a las llaves para activar el mecanismo y abrirla. ( todo
esta preparado para que jamas pueda entrar nadie que yo no desee que entre)
cojí la llave pequeña y entre.
No encendi ninguna luz, no hacía falta. Me dirijí al
sotano ( donde yo realmente residia) y coji la llave definitiva para entrar a
la verdadera casa, a mi residencia.
Fue entonces cuando el que yo considero mi pequeño
desde entonces se desperto frotandose con sus manitas los ojos y preguntandome
adormilado donde estamos.
-Estamos en tu nueva casa, en nuestra casa.
Le coloque en el sofa y le arropé con mi mantita
preferida. – Quedate ahí, no te muevas ahora vuelvo-
Subí de puntillas las escaleras cerrando tras de mi la
puerta de mi “cuartito” .
Todo a mi paso era oscuridad, ni un punto de luz a mi
alrededor, solo solitaria y fria soledad.
Llegue al piso
superior, no noté diferencia alguna frente a la oscuridad antes mencionada.
Seguía solo (como lo odio) diambule unos minutos por la sala de estar, pensando
en mis proximos movimientos, en como burlar la carcel una vez más, tenía que
mover ficha era mi turno debía adelantarme a cualquier movimiento del cuartel,
ahora el era de mi responsabilidad, mi posición había pasado de pasable a
potencialmente en peligro. Un solo movimiento en falso y todo caería sin
remedio alguno.
Era mi obligación
eliminar todas las pistas, no podía tirar por la borda tantos años de
asesinatos y furtivas escapadas.
No al menos ahora que
estaba apunto de educar al que detrás de mi sería el mayor asesino de la
historia de este mundo y los venideros.
Quizá sea mejor que
yo, eso ahora no lo se solo tendré que comprobarlo si
quiero saberlo
TO BE CONTINUED