sábado, 18 de mayo de 2013

Trayectoria de la noche



Salimos de casa en el crepúsculo del día cuando la luz ya no podía quemar nuestros claros ojos y pálidas pieles.
Fuimos sigilosos en nuestro camino hacia "el desayuno" que no se encontraba a muchas millas de nuestro lugar de descanso. Finalmente llegamos, y como decirlo nos propinamos un suculento festín propio de reyes. Cuando terminamos, aquello parecía un matadero, pero como seres limpios que somos no dejamos rastro de nuestro paso cuando partimos.

Mi siguiente parada ya que me proponía a dejar el aquelarre era la ciudad francesa, París donde pretendo comenzar una nueva vida con un amigo al que hace siglos no veo. El problema es ¿ Como escapo?

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